La expedición espeleológica “Quebrada Román” se celebró durante la Semana Santa en Costa Rica – 19-26.03.2016- en el valle de la Quebrada Román, cerca de la localidad de Río Claro. Catorce personas participaron en la expedición con diferentes edades, antecedentes y profesiones, unidos por el interés en la práctica de la espeleología y la curiosidad para descubrir el misterioso mundo subterráneo. Los objetivos de la expedición fueron el descubrimiento y la investigación científica de nuevas cuevas y la presentación de los métodos de trabajo de campo para el proyecto Murciélagos Brunca (Brunca Bats).
La idea de la expedición en la Quebrada Román vino durante el trabajo de campo en enero de 2016, cuando se realizó un viaje en busca de nuevas cavernas alrededor del Río Claro. En esa fecha se descubrieron alrededor de 12 nuevas cuevas – todas de tipo vertical. Se dio entonces la necesidad de más personas y equipo para la investigación de las cuevas recién encontradas.
Durante la expedición los espeleólogos fueron introducidos a las actividades del proyecto “Murciélagos Brunca” – investigación de los murciélagos que habitan en cuevas. Después de una breve presentación, todos los participantes en la expedición fueron involucrados en el trabajo de campo. Debido a las diferentes experiencias y competencias de cada participante, hicimos una introducción a los métodos utilizados para la exploración científica de las cuevas. Algunos de los espeleólogos estuvieron involucrados en la topografía de cuevas – creación de planos de las cuevas descubiertas. Otros fueron entrenados en escalada, rappel y técnicas avanzadas de trabajo en cuerda. Tras el primer período de introducción, se formó un fuerte equipo de investigación.
Durante esta expedición descubrimos, exploramos y topografiamos catorce cuevas. La mayoría de las cuevas fueron de tipo vertical – que sólo se pueden visitar usando cuerdas y equipo especial de ascenso y descenso “en cuerda”. En las cuevas se midieron los parámetros ecológicos – temperatura y humedad. La presencia de murciélagos y la diversidad de especies se marcó en hojas especiales de datos. Cada cueva fue topografiada y se agregó a la base de datos (Speleobase).
La cueva más interesante para nosotros fue la “Gran Madre” – “La madre de todas las cuevas en la zona”. Esta cueva sirve de refugio para cinco especies de murciélagos, incluyendo la rara especie Murciélago Nariz de Espada (Lonchorhina aurita).
El cavidad más profunda fue la caverna “Tinamú”, de 30 metros de hondo. Encontramos también algunas cuevas utilizadas como “depósitos de basura”. Uno de los momentos más felices durante las giras de espeleología fue la presencia de más de 40 “monos ardilla” (Saimiri), que nos observaban desde encima de la entrada de la cueva, más tarde bautizada “la cueva de los monos ardilla” (Pozo Mono Tití) (Este tipo de mono es conocido como Tití en Costa Rica).
Tenemos la esperanza de que la gente que participó en la expedición se sientan inspirados a formar parte de nuestro equipo de investigación y continuarán revelando los secretos del submundo de Costa Rica.
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